Querían unas invitaciones para sus bodas de oro, sencillas pero bonitas. Y me daban libertad para trabajar.
Desde el primer momento se cuidaron todos los detalles, la elección del la tipografía, el papel en el que las imprimiríamos, los sobres en color kraft y verjurados, las etiquetas para los regalos...
Lo primero fue pintar las flores en acuarela para la invitación. Descartamos unas cuantas hasta llegar a ellas. Con mucho mimo elegí el troquel, sabía que les gustaría. Una vez que llegó puede maquetar la tarjeta.
Hice lo mismo con las mini tarjetas para los detalles.
Y aquí os dejo las fotos para que veais lo bonitas que quedaron.
detalle del repujado o gofrado con motivos florales que se hizo en el sobre